Y el día llegó: fuí a ver Avatar por segunda vez y en esta ocasión en 3D.
La pena fue que no saque yo las entradas, porque de saber que había tan pocos sitios atractivos lo hubiera dejado para otro día: me toco fila 11 en la pared izquierda.
La distancia era buena (era eso o fila 3, es decir, dolor de cuello) pero la zona izquierda de la pantalla siempre se veía muy poco nítida y en ocaciones borrosa.
Por otra parte, el resto de película se apreciaba perfectamente el 3D: las gotitas de agua, el hollin de los árboles quemados, las semillas del arbol sagrado; incluso el detalle de los subtítulos, los cuales no se mostraban entre los personajes y parecía que las letras salía de ellos mismos.
Me emocione muchísimo mas en esta ocasión, llegando a llorar lagrimas de cocodrilo en las escenas mas emotivas. Lo cierto es que la disfrute mucho mas esta vez, aunque se me hizo mas corta.
En ocasiones me quitaba las gafas y se podía seguir la película perfectamente, ignorando ciertos momentos demasiado borrosos.
Me quedare con la incógita de saber si desde el centro de la sala se podría haber apreciado mejor los efectos, de todas formas ha sido un placer volver a verla, y en un cine lleno de gente, se podía sentir las risas, los suspiros y hasta algun tímido aplauso al final.
Que gana de que salga en DVD ...
No hay comentarios:
Publicar un comentario